Adjetivo
El adjetivo
(del latín adiectīvus,
"que se agrega") es una parte de la oración o clase de
palabra que complementa a un sustantivo o nombre para calificarlo;
expresa características o propiedades atribuidas a un sustantivo, ya
sean concretas (el libro verde,
el libro grande),
ya sean abstractas (el libro difícil).
Estos adjetivos acompañan al sustantivo (libro) y cumplen la función
de especificar o resaltar alguna de sus características y se dice
que lo determinan,
pues, al añadir un adjetivo ya no se habla de cualquier
libro, sino precisamente de un libro
verde.
Por significado, señala una
cualidad atribuida a un sustantivo, bien abstracta (cognoscible por
la mente, como en "libro difícil"),
bien concreta ("perceptible por los sentidos, como en "libro
verde").
El
adjetivo en el idioma español
Morfología
El adjetivo es, en español, una clase de
palabra que funciona ordinariamente como adyacente del nombre
sustantivo, esto es, como complemento nominal adjunto que se sitúa
delante o después del sustantivo al que se refiere, con el cual
concierta en género y número.
En cuanto a su morfología, el adjetivo posee
en español accidente de género o de número para concordar con el
sustantivo del cual es adyacente. Existen adjetivos
de una terminación (fuerte,
falaz,
hábil,
débil...)
que no experimentan variación de género, aunque sí de número, y
de dos terminaciones
(bueno/buena,
malo/mala,
etc.).
Dentro de los adjetivos de una terminación, el caso
más común es el de los adjetivos finalizados en E, como
grande, fuerte, triste, insomne, alegre,
inmutable, etc. También existen adjetivos que terminan en L
(débil, fácil, sutil, fútil,
personal); en R (peor, mejor, ulterior,
particular); en Z (sagaz, veloz, atroz);
pocos en N (común, ruin). Por último también
existen adjetivos terminados en I (sefardí). En cierto
modo un adjetivo denota una condición, precediendo al sustantivo
indica cuál es esa condición.
Apócope
En posición antepuesta a un sustantivo algunos
adjetivos se apocopan, es decir, pierden algunos de sus elementos
finales. Por ejemplo:
- un hombre bueno > un buen hombre
-
un territorio grande > un gran territorio
La gramática tradicional clasificaba a los posesivos y otras clases
de determinantes como adjetivos apocopados:
Sin embargo nótese que muchos de estos
elementos son incompatibles con el determinante en español moderno
(aunque sí fueron compatibles con él en español medieval):
- la mi muger (en Mío Cid)
-
*la mi mujer / mi mujer (español moderno)
Eso apunta a que la gramática generativa del
español moderno los considere como determinantes, dado que el núcleo
del sintagma determinante sólo puede tener un núcleo se sigue que
cuando estos elementos aparecen el artículo definido no pueda
aparecer.
También se apocopa el numeral ciento/cien.
Algunos adjetivos como tercero, grande o ciento
también son usados sin su forma apocopada antes de un sustantivo,
aunque generalmente la apócope es el uso más común.
Superlativo
Admite, además, afijos y morfemas de grado
superlativo (los sufijos -ísimo,
-érrimo).
Es determinado asimismo por adverbios cuantificadores que le
confieren los otros grados, el comparativo de igualdad (tan),
de superioridad (más)
y de inferioridad (menos),
así como el grado superlativo analítico (muy
bueno). Lo sustantivan o transforman en sustantivo el artículo
neutro lo
("lo bueno") y el masculino el
y, además, la supresión del sustantivo en una lexía habitual: el
barco velero = el velero, la
j = la letra j,entre otros. Expresa la
cualidad en el grado más alto, intenso. Puede ser superlativo
relativo, superlativo absoluto, etc.
Sintaxis
En cuanto a su sintaxis, el adjetivo desempeña
habitualmente cinco funciones diferentes:
Adyacente de un
sustantivo ("Un buen
libro grande.")
Atributo de un
sustantivo a través de un verbo copulativo ("Pedro es, está o
parece sano.")
Complemento
predicativo ("La mujer llegó cansada.")
Núcleo de un
sintagma adjetivo. ("Muy próximo
al barrio.")
Núcleo de un
sintagma preposicional. ("Lo acusaron por tonto".)
- Adjetivo en posición o función
incidental: "Tristes
por los malos presagios, los dos chicos siguieron su camino".
El adjetivo en español es también tónico y
por tanto una de sus sílabas se pronuncia con mayor intensidad que
las otras.
Tipos de adjetivos
Los adjetivos según su función sintáctica
Se puede distinguir entre:
adjetivos adjuntos,
que van unidos al nombre, como en noche oscura u oscura
noche
adjetivos
atributivos, ligados al nombre mediante un verbo copulativo
(ser o estar), como la noche era oscura
adjetivos en función
de complemento predicativo cuando entre el adjetivo y el
sustantivo hay un verbo no copulativo (aquí entra parecer,
pues no es un verbo copulativo puro), como en La casa parece
verde, el niño llegó feliz
- adjetivos en función de aposición,
cuando van coordinados al sustantivo sin ir unidos, como en la
casa, grande.
Adjetivos explicativos y especificativos
El adjetivo explicativo expresa una cualidad
abstracta o concreta de la cual el sustantivo ya informa, subrayando
dicha cualidad; por ejemplo: "Dulce azúcar", "manso
cordero", "fiero león", "azul
cielo". Este adjetivo suele ir antes del sustantivo, y es más
común en el lenguaje literario o poético.
El adjetivo especificativo es el que expresa
una cualidad necesaria del nombre que lo diferencia de los demás.
Ejemplo: "coche grande", "fría tarde"; es el más
corriente en la lengua hablada.
Adjetivos calificativos, relacionales y determinativos
Los adjetivos calificativos son los adjetivos
más propiamente dichos, que se limitan a señalar una cualidad o
característica del sustantivo al que modifican, como en hombre
alto, perro hermoso.
Los "adjetivos relacionales" son aquellos
que, pese a limitar la extensión del sustantivo al que acompañan
como los calificativos, carecen de grado. Es decir, no pueden
aparecer en grado comparativo ni superlativo. Así, podemos decir,
que un coche es "policial", pero no que es *muy policial o
*policialísimo. Por tanto, adscriben al sustantivo dentro de una
clase pero no lo califican en determinado grado.
La gramática tradicional considera a los
determinantes, que en español preceden siempre al nombre al que
determinan, como adjetivos
determinativos. Actualmente, algunos
consideran que en un sintagma en el que existe un nombre determinado
por un adjetivo determinante, es este último el núcleo de un
hipotético sintagma determinante.
De acuerdo con este enfoque, los determinantes
actualizan, presentan, cuantifican (miden) o preguntan por el
sustantivo núcleo del sintagma nominal, generalmente, aunque no
siempre, situándose en posición anterior a estos. Existen tres
clases de determinantes: los actualizadores, los cuantificadores y
los interrogativos (que incluyen a los adjetivos indefinidos,
numerales, demostrativos y posesivos). Sin embargo, las propiedades
de sustitución del sintagma por un pronombre dependen más del tipo
de determinante que del nombre. Por eso se considera que el núcleo
es el determinante ya que es quien fija los rasgos en relación con
la rección o régimen.
Adjetivo
actualizador
Los actualizadores presentan al sustantivo
núcleo del sintagma nominal, esto es, lo transforman de desconocido
en conocido, lo ubican en el espacio y en el tiempo. Los
determinantes cuantificadores,
por el contrario, miden al sustantivo núcleo del sintagma nominal.
Los determinantes interrogativos
o interrogadores preguntan por el sustantivo núcleo del sintagma
nominal.
Los actualizadores son cuatro; el
predeterminante todo-a-s, que puede preceder a los demás
determinantes y delimita la integridad del sustantivo núcleo del
sintagma nominal; el artículo, que presenta al sustantivo en un
espacio y un tiempo concreto (el, la, lo, los, las); el
posesivo, que señala la pertenencia del sustantivo a un elemento de
la situación o contexto (mi, tu, su, nuestro, vuestro, su y
sus femeninos y plurales); y el demostrativo, que sitúa al
sustantivo en un lugar más o menos próximo o lejano (este, ese,
aquel y sus femeninos y plurales)
Adjetivo
cuantificador
Los cuantificadores se agrupan en dos grandes
clases, los numerales, que miden de forma precisa el sustantivo
núcleo del sintagma nominal, y los extensivos o indefinidos, que lo
miden o evalúan de forma imprecisa.
Los numerales pueden ser cardinales (correspondientes
a la serie de los números reales: un, dos, tres, cuatro...);
ordinales (que señalan precedencia o seguimiento en una lista:
primer, segundo, tercer, cuarto...); multiplicativos (que
multiplican el número del núcleo del sintagma nominal: doble,
triple, cuádruple, quíntuple/quíntuplo, séxtuplo, séptuplo,
óctuple, nónuple, décuplo, undécuplo...), divisores o
partitivos, que dividen el núcleo del sintagma nominal (medio), y
distributivos, que reparten el núcleo del sintagma nominal (ambos,
sendos).
Adjetivo
interrogativo
Son los que se emplean en la oración
interrogativa o exclamativa, siempre se antepone al sustantivo y se
acentúan. Los adjetivos interrogativos son: Cuál(es), qué,
cuánto(s), cuánta(s).
Adjetivo sustantivado o absoluto: es el
que desempeña en la frase la función de sustantivo mediante
metábasis de Adjetivación.
Adjetivo verbal:
es el participio en función adjetiva cuando no ha perdido aún su
naturaleza verbal.
Posición
Un adjetivo puede ir tanto delante como detrás del
núcleo al cual se refiere. Existen 4 criterios para la posición de
éste: criterio lógico, criterio psicológico,
criterio rítmico y un criterio distribucional.
Criterio lógico
Si el adjetivo es
especificativo se coloca después del núcleo. Ej. tiza
blanca, mesa verde (pero se puede decir también blanca
tiza, verde mesa).
Si el adjetivo es explicativo se coloca
antes del núcleo. Ej. mal estado, buena jugada
Criterio rítmico
Criterio
distribucional
Si el adjetivo tiene
escaso contenido informativo se escribe antes que el núcleo.
Ej. buen golpe
Si el adjetivo tiene
mayor grado de información se pospone. Ej. Calor solar
y no solar calor
Se llama epíteto al adjetivo que tiene
mero carácter estético, ya que no adjetiva ninguna cualidad del
sustantivo al que acompaña (normalmente precediéndole), puesto que
dicha cualidad está implícita en él. Ej. roja sangre.
Información extraída de Wikipedia