martes, 14 de mayo de 2013

El cartero de Neruda

Os voy a dejar aquí un poco de información de la obra "El Cartero de Neruda" de Antonio Skármeta; que, como ya deberíais saber, nos entra en el temario de este trimestre:

Obra en PDF
Información 1
Información 2

más Bodas de Sangre...

En esta página encontrareis información util sobre como hacer el comentario de texto de bodas de sangre

Comentario de Bodas de Sangre

(Aparece la novia. Viene sin azahar y con un manto negro)
VECINA.- (Viendo a la Novia, con rabia) ¿Dónde vas?
NOVIA.- Aquí vengo.
MADRE.- (A la VECINA) ¿Quién es?
VECINA.- ¿No la reconoces?
MADRE.- Por eso pregunto quién es. Porque tengo que reconocerla, para no clavarla mis dientes en el cuello. ¡Víbora! (Se dirige hacia la NOVIA con ademán fulminante; se detiene. A la VECINA) ¿La ves? Está ahí, y está llorando, y yo quieta, sin arrancarle los ojos. No me entiendo. ¿Será que yo no quería a mi hijo? Pero, ¿y su honra? ¿Dónde está su honra? (Golpea a la NOVIA. Ésta cae al suelo)
VECINA.- ¡Por Dios! (Trata de separarlas)
NOVIA.- (A la VECINA) Déjala; he venido para que me mate y que me lleven con ellos. (A la MADRE) Pero no con las manos; con garfios de alambre, con una hoz, y con fuerza, hasta que se rompa en mis huesos. ¡Déjala! Que quiero que sepa que yo soy limpia, que estaré loca, pero que me pueden enterrar sin que ningún hombre se haya mirado en la blancura de mis pechos.
MADRE.- Calla, calla; ¿qué me importa eso a mí?
NOVIA.- ¡Porque yo me fui con el otro, me fui! (Con angustia) Tú también te hubieras ido. Yo era una mujer quemada, llena de llagas por dentro y por fuera, y tu hijo era un poquito de agua de la que yo esperaba hijos, tierra, salud; pero el otro era un río oscuro, lleno de ramas, que acercaba a mí el rumor de sus juncos y su cantar entre dientes. Y yo corría con tu hijo que era como un niñito de agua, frío, y el otro me mandaba cientos de pájaros que me impedían el andar y que dejaban escarcha sobre mis heridas de pobre mujer marchita, de muchacha acariciada por el fuego. Yo no quería, ¡óyelo bien! Yo no quería. ¡Tu hijo era mi fin y yo no lo he engañado, pero el brazo del otro me arrastró como un golpe de mar, como la cabezada de un mulo, y me hubiera arrastrado siempre, siempre, siempre, siempre, aunque hubiera sido vieja y todos los hijos de tu hijo me hubiesen agarrado de los cabellos!
(Entra una VECINA)
MADRE.- Ella no tiene culpa, ¡ni yo! (sarcástica). ¿Quién la tiene, pues? ¡Floja, delicada, mujer de mal dormir es quien tira una corona de azahar para buscar un pedazo de cama calentado por otra mujer!

Análisis literario de bodas de sangre

Os dejo un enlace a una página con información para hacer el comentario de texto de "Bodas de Sangre" de García Lorca.
Haced clic en este enlace

También os dejo un enlace al texto de la obra
En esta página encontrareis más información sobre el argumento y la estructura de la obra.
Y aquí os podeis descargar la obra en pdf.

lunes, 13 de mayo de 2013

Peliculas literarias

Os dejo las películas de las obras literarias que nos entran en este trimestre, ya sé que las hemos visto en clase, pero por si acaso las quereis volver a ver, o si alguno no vino a clase...
Me falta la de "El Cartero de Pablo Neruda", que aun no la he encontrado en el youtube, en cuanto la encuentre os la pongo
También he añadido otra versión de "Bodas de Sangre" que creo que es más fiel al original que la que vimos en clase.

¡¡Que las disfruteis!!

viernes, 10 de mayo de 2013

paradigma de los verbos españoles

Como os prometí, os dejo un archivo con el paradigma de los verbos, nos es util aprendernoslos no solo para hablar correctamente, sino también a la hora de hacer un análisis morfológico o morfosintáctico.

martes, 7 de mayo de 2013

Categorías gramaticales 2

Categorías gramaticales: El verbo 2

Categorías gramaticales: El verbo 1


Verbo

El verbo es la parte de la oración o categoría léxica que expresa acción o movimiento, existencia, consecución, condición o estado del sujeto, semánticamente expresa una predicación completa. En la oración, el verbo conjungado funciona como el núcleo sintáctico del predicado (si el verbo está en un forma conjugada ocupará en general la posición del núcleo del sintagma de tiempo y sino de un sintagma verbal ordinario).
Los verbos según su valencia o gramática pueden ser clasificados en intransitivos, transitivos, ditransitivos, etc. Son transitivos cuando el verbo requiere más de un argumento obligatorio. Los intransitivos tienen un sólo argumento obligatorio.

Introducción

Accidentes gramaticales

En la inmensa mayoría de lenguas del mundo el verbo es la clase de palabra más compleja en el sentido que puede reflejar muchas más categorías gramaticales que otras palabras. Es frecuente que exprese una o varias personas gramaticales (en lenguas como el español sólo marca la persona gramatical asociada al sujeto, en otras lenguas también puede marcar el objeto), número gramatical, tiempo-modo-aspecto y más raramente en algunas lenguas puede llevar género gramatical, evidenciales, direccionales, clasificadores de forma, intencionales, etc. En gramática tradicional las categorías expresadas en el verbo se denominan "accidentes gramaticales".
En la mayoría de lenguas flexivas existen tres categorías gramaticales típicas del verbo.
  • La categoría verbal de tiempo gramatical asume diferentes formas en diferentes lenguas, En muchas lenguas europeas existen tres posibles valores del tiempo: presente, pasado y futuro; en otras lenguas la diferencia es entre pasado y no-pasado (presente o futuro). Incluso existen lenguas como el chino que no tienen tiempo gramatical, y la noción semántica de tiempo se realiza mediante adverbios explícitos (hoy, ayer, ...) o bien contextualmente.
  • La categoría de modo puede incluir diversas variantes, tales como condicional, imperativo, indicativo, negativo, optativo, potencial, subjuntivo, etc.
  • El aspecto gramatical se refiere a la noción semántica de acción acabada (perfecto), acción inacabada (imperfecto), acción continuada, etc.
En muchas lenguas indoeuropeas el tiempo, el aspecto y el modo gramatical frecuentemente se expresan fusionadamente mediante un único morfema que expresa simultáneamente los diversos valores de esas categorías. Por ejemplo en español, en la forma amaste el morfema -ste expresa simultáneamente el modo indicativo, el tiempo pasado y el aspecto perfecto (además de expresar segunda persona y singular).

Argumentos verbales

Los argumentos requeridos por el verbo incluyen el sujeto y los complementos verbales. En diversas lenguas se denominan de manera diferente pero en términos generales un verbo transitivo requiere un complemento directo (ocasionalmente complemento de régimen), algunos ditransitivos requieren también complemento indirecto. El llamado "complemento" circunstancial no es obligatorio en ningún caso por lo que sintácticamente es un adjunto del sintagma verbal.
Semánticamente el complemento directo suele asumir un papel temático de paciente o tema, mientras que el complemento indirecto suele recibir un papel temático de beneficiario o recipiente. En español y otras lenguas, algunos verbos requieren complementos obligatorios con papeles temáticos diferentes o expresan ese complemento mediante un complemento de régimen.
Los complementos circunstanciales no son argumentos verbales ya que pueden omitirse, pero cuando están presentes completan el significado de la predicación expresando modo, lugar, tiempo, etc. Estos son adjuntos frecuentemente introducidos por adposiciones o son realizados por adverbios de modo, tiempo y lugar.

Diátesis

La diátesis gramatical tiene que ver con el número de argumentos requeridos por el verbo o valencia del verbo. Muchos verbos requieren sólo un argumento (intransitivos) cuyo papel temático frecuentemente es un experimentador. Otros verbos que requieren entre sus argumentos un agente frecuentemente son transitivos y requieren además un paciente o tema.
En español algunos de los verbos que requiren un agente como uno de sus argumentos pueden aparecer en diátesis transitivas o intranstivas:
me comí el pollo (DT)
estabas comiendo (DI)
Otros verbos transitivos del español son rígidamente intransitivos y no admiten esta duplicidad de diátesis:
Juan devoró el pollo (DT)
*Juan devoró
La segunda oración no es directamente interpretable sin inferencias pragmáticas adicionales.
Las lenguas del mundo presentan procedimientos morfológicos que pueden alterar la valencia del verbo entre ellos:
  • La pasivación consiste en la formación de un intransitivo a partir de un transitivo. Obsérvese que por ejemplo en español el "complenento" agente introducido por la preposición por en una oración pasiva es omitible, y por tanto es un adjunto sintáctico: Fue elegido presidente es gramatical al igual que Fue elegido presidente por la mayoría de la cámara. En las lenguas nominativo-acusativas este proceso de intransitivzación se llama formación voz pasiva mientras que en las lenguas ergativo-absolutivas este formación de voz antipasiva.
  • La voz causativa
  • La voz aplicativa

Sintaxis

Además de requerimientos de orden sintáctico, la aparición de un verbo en una frase puede estar ligada por concordancia gramatical. Esto significa que en muchas lenguas se requiere que el verbo tenga una u otra forma en función de otros constituyentes sintácticos que le preceden o le siguen.
En español el verbo concuerda con el sujeto:
El niño corrió mucho
Los niños corrieron mucho
En cambio en otras lenguas como el euskera hay concordancia con el "sujeto" y "objeto":
ditut 'los tengo' / dut 'lo tengo'
ditugu 'los tenemos' / dugu 'lo tenemos'

El verbo en español

Representación gráfica de los tiempos verbales del indicativo
En español constituye la clase de palabra flexivamente más variable y está constituido por un lexema, así como morfemas de número y persona en su periferia, y de modo, voz (activa o pasiva), aspecto e infijo de vocal temática entre el lexema y aquellos. Admite morfemas derivativos (afijos) de distintas significaciones.
Dependiendo del tipo de lengua de que se trate, los verbos pueden variar de forma. Además, el verbo puede concordar en género, persona y número con algunos de sus argumentos o complementos (a los que normalmente se conoce como sujeto, objeto, etc.). En español concuerda con el sujeto siempre en número y casi siempre en persona (la excepción es el caso del llamado sujeto inclusivo: Los españoles somos así), y bastantes veces con el atributo de los verbos copulativos.
Las lenguas en las que los verbos son conjugados se denominan flexivas y cada una determina un patrón específico de conjugación, difiriendo notablemente de un sistema lingüístico a otro. En el caso de la lengua española, que es flexiva, la mayoría de los verbos se conjugan de forma regular según tres patrones únicos (conjugaciones) definidos según la vocal temática (1.ª o en -ar, 2.ª o en -er; 3.ª o en -ir):
1ª conjugación: saltar, caminar, amar, arrastrar, etc.
2ª conjugación: correr, comer, temer, suceder, querer, etc.
3ª conjugación: vivir, morir, sacudir, ir, existir, etc.
Las formas verbales además varían según su voz, según si son formas personales o no personales, según el tiempo-modo-aspecto, según número y persona (en español estas dos categorías están a sujetas a concordancia con el sujeto). Otros patrones de conjugación menos generales son denominados de verbos irregulares. Junto a este tipo de conjugación, existe además otro tipo de conjugación regular mediante estructuras analíticas llamadas perífrasis verbales, que expresan modos y aspectos más precisos y concretos que no aparecen recogidos en la conjugación regular, que es más general. Como la terminación es distinta para cada persona, el uso de pronombres sujeto se considera a menudo redundante.

Clases de verbos

Verbos transitivos e intransitivos

Desde el punto de vista sintáctico, un verbo con diátesis transtitiva o verbo transitivo requiere dos participantes (un participante de tipo A(gentivo) y un participante de tipo O(bjeto)). Por el contrario, los verbos intransitivos requieren un único participante. En las lenguas nominativo-acusativas el segundo participante requerido sintácticamente es un complemento directo (CD), mientras que en las lenguas ergativas sería un complemento ergativo. Una misma raíz verbal puede ser en algunas oraciones intransitiva y en otras oraciones transitiva. Los siguiente son ejemplos en español:
Estoy comiendo (intransitivo)
Estoy comiendo nueces (transitivo)
Los verbos transitivos son aquellos que exigen la presencia de un objeto directo (también llamado "complemento directo") para tener un significado completo; esto es, que se refieren a acciones que transitan desde el actor al objeto. Un ejemplo de esta categoría en español es:
He conseguido dos entradas para la ópera.
Aquí, el grupo compuesto por "dos entradas para la ópera" representa el objeto directo. La construcción "He conseguido..." no tiene sentido por sí misma, y requiere que se aporte información sobre lo que se consigue. Por regla general, los verbos transitivos son de la forma "alguien hace algo a algo".
Los verbos intransitivos no admiten o no van acompañados de CD, no requieren de la presencia de un objeto directo que determine al verbo. Un ejemplo en español es el verbo delinquir, por ejemplo en la oración:
Ese hombre delinque.
Se trata de un verbo intransitivo, ya que no requiere especificar un objeto directo, por lo tanto, el concepto de "delinquir algo" no tiene sentido en español. En general en español y otras lenguas los verbos no son en sí mismos transitivos o intransitivos, sino que se convierten en tales según su uso concreto, y así es posible usar verbos típicamente intransitivos como transitivos, por ejemplo en La soprano canta una ópera, y también expresar verbos transitivos sin la presencia de un objeto directo, por ejemplo en Déjaselo al técnico, que él seguro [que] entiende.
Son pocos los verbos intransitivos en el castellano al compararlo con idiomas con fuerte división entre verbos transitivos e intransitivos. En general, el castellano dispone de la forma autorreflexiva se para denotar intransitividad, como por ejemplo "se rompió", "se caerá", etc.

Verbos regulares e irregulares

Los verbos irregulares son aquellos que poseen conjugaciones particulares. Las irregularidades morfológicas de cualquier tipo son más comunes en los idiomas fusionales, menos en los aglutinantes y practicamente no existen en los aislantes.
Los verbos regulares son, por el contrario, aquellos que se atienen estrechamente a los paradigmas o modelos de conjugación más usados en la lengua.

Verbos irregulares en español

En español las irregularidades se presentan diferenciadas en los llamados tiempos verbales primitivos, que son el presente del modo indicativo ("Yo quepo"), el pretérito perfecto simple del indicativo ("Yo cupe") y el futuro simple del mismo modo ("Yo cabré"); es posible determinar si un verbo es o no irregular conjugándolo en esos tres tiempos y viendo si se atiene a las reglas de conjugación a las que se adaptan los demás verbos.
En español, la irregularidad de un verbo simple cualquiera generalmente se mantienen en la conjugación de los verbos que de él se deriven, aunque hay excepciones. Ejemplos:
  • Hacer: deshacer, satisfacer, rehacer, etc.
  • Poner: componer, descomponer, reponer, etc.
Entre las excepciones, la más común es la que se aprecia en los derivados del verbo "decir" ("maldecir" y "bendecir"), que en el futuro del modo indicativo no se conjugan como "maldiré" y "bendiré" (que es lo que se supondría según la regla) sino "maldeciré" y "bendeciré".
Los verbos regulares son aquellos que se atienen estrechamente a los modelos de conjugación. En español hay tres de esos paradigmas: la primera conjugación, cuyos infinitivos terminan en -ar; la segunda, en la que terminan en -er y la tercera, en la que terminan en -ir. Dentro de la conjugación regular puede considerarse también una conjugación extendida por medio de perífrasis verbales que señalan distintos tipos de aspecto y modo verbal.

Verbos personales e impersonales en español

En español se distingue entre verbos impersonales propios (también llamados unipersonales), y los impropios.
  • Los verbos impersonales propios son verbos que, en su sentido original (es decir, no-metafórico) se conjugan sólo en la 3ª persona. Dicha categoría está compuesta por los llamados "verbos meteorológicos" o "climáticos" (llueve, nieva, etc.). Estos verbos son intransitivos.
  • Los verbos impersonales impropios, por el contrario, son verbos que si bien en algunos contextos poseen una conjugación normal, pueden ser usados como impersonales (de ahí su categoría de impropios). Por ejemplo: el verbo "hacer" puede ser usado en contextos como:
"Espartaco hace sus tareas".
o en frases como
"Hace calor"
En este segundo ejemplo está siendo usado como verbo impersonal. Los verbos impersonales impropios del español son:
  • Haber: "Hay cosas que hacer".
  • Hacer: "Hace muchísimo calor".
  • Bastar (en su forma "bastar + preposición"): "Basta de palabrería".
  • Ser: "Es de noche".
  • Ir: "Me fue bien en el examen" o Me fue bien en el partido.

Verbos terciopersonales en español

Son verbos que por lo general solamente se conjugan en tercera persona del singular y/o del plural, como "acaecer" (algo acaece, las cosas acaecen, pero normalmente ni yo ni nosotros ni tú ni vosotros realizan esa acción). La mayoría de estos verbos, por razones lógicas, se refieren a fenómenos meteorológicos.
Ejemplos: llover, tronar, granizar, relampaguear, diluviar, nevar.
Las oraciones con verbos meteorológicos carecen de sujeto. Ejemplo: Anoche llovió muy fuerte.

Verbos defectivos en español

Los verbos defectivos son aquellos en los que no se cumple el paradigma de conjugación completo. Para estos verbos no existen conjugaciones en algunos tiempos y personas, principalmente debido a razones de eufonía o de uso.
Algunos ejemplos de verbos defectivos en español son:
  • Algunos verbos son defectivos porque necesitan por su significado un sujeto de cosa y, por tanto, solo tienen formas de tercera persona. Este es el caso de los verbos ocurrir o suceder: no podemos decir *ocurro *sucedes, sino solamente ocurre o sucede
  • Otros verbos son defectivos porque nombran fenómenos propios de la naturaleza y normalmente no llevan sujeto. Es el caso de llover, nevar, atardecer y otros, que sólo tienen formas de tercera persona: llueve, ha nevado, atardecerá.
En latín los verbos meteorológicos (pluit 'llueve', tonat 'truena', fulgurat 'relampaguea', ninguit 'nieva', son defectivos; aunque también lo son verbos que expresan deber o necesidad (libet 'agrada', licet 'es lícito', decet 'es adecuado', dedecet 'no es adecuado', oportet 'es necesario', refert 'importa', ...) y otros que expresan sentimiento (piget 'tener pena', poenitet 'arrepentir', miseret 'tener compasión', etc).

Verbos copulativos en español

En español los verbos copulativos son ser, estar, parecer, además de otros verbos que en ciertos contextos son copulativos, como resultar, seguir, semejar, asemejar, permanecer, continuar.
Son los verbos que no aportan un significado pleno, sólo se emplean para unir el sujeto y el predicado. Son aquellos verbos que poseen un significado mínimo, de forma que su presencia o su ausencia no cambian el significado al sujeto y por ello son casi prescindibles (diciendo "la casa es azul" diríamos prácticamente lo mismo que diciendo "La casa azul"); por ello, en vez de seleccionar objetos directos afectados por el verbo, rigen un tipo de complementos diferentes llamados atributos oracionales, que son mutables o sustituibles por el pronombre átono "lo". Los atributos oracionales pueden ser de dos tipos:
  • Sujetivos, es decir, que determinen al núcleo del sujeto;
  • Predicativos, es decir, que determinan a algún miembro del predicado. También se les llama a estos complementos predicativos.
En el análisis morfosintáctico, los atributos se marcan como determinantes tanto del verbo que lo rige como de aquello que determina, esté esto en el sujeto o en el predicado. Es importante hacer notar que no sólo los verbos copulativos exigen atributos.

Tiempos y modos verbales en español

En español, las formas verbales se agrupan en diferentes tiempos verbales y tres modos. Además de tres formas impersonales, las cuales no tienen tiempo o modo: el infinitivo, el participio y el gerundio. Los tres modos existentes son modo indicativo, el modo subjuntivo y el modo imperativo, en los cuales hay diferentes formas verbales: (Usando de ejemplo el verbo Amar)
  • Personales
    • Modo indicativo:
      • Presente (amo, amas, ama, ...) / Pretérito Perfecto Compuesto (he amado, has amado, ha amado, ...)
      • Pretérito Imperfecto (Amaba) / Pretérito Pluscuamperfecto (Había amado)
      • Pretérito Perfecto Simple (Amé) / Pretérito Anterior (Hube amado)
      • Futuro Imperfecto (Amaré) / Futuro Perfecto (Habré amado)
      • Condicional Imperfecto (Amaría) / Condicional Perfecto (Habría amado)
    • Modo subjuntivo:
      • Presente (Ame) / Pretérito Perfecto (Haya amado)
      • Pretérito Imperfecto (Amara o amase) / Pretérito Pluscuamperfecto (Hubiera (ó hubiese) amado)
      • Futuro Imperfecto (Amare) / Futuro Perfecto (Hubiere amado)
    • Modo imperativo
      • Tú (Ama)
      • Vos (Amá)
      • Usted (Ame)
      • Nosotros (Amemos)
      • Vosotros (Amad)
      • Ustedes (Amen)
  • No Personales
    • Infinitivo Simple (Amar) / Infinitivo Compuesto (Haber amado)
    • Participio (Amado)
    • Gerundio Simple (Amando) / Gerundio Compuesto (Habiendo amado)

Información extraída de Wikipedia
Enlace al artículo original

Categorías gramaticales: El adjetivo 2

Teoría:
El adjetivo
Tengo un coche moderno. Tengo un coche antiguo.
Las palabras moderno y antiguo permiten distinguir dos coches, especificando una característica de cada uno.
Los adjetivos son palabras que nombran o indican cualidades, rasgos y propiedades de los nombres o sustantivos a los que acompañan.
La belleza de la flor natural es insuperable. Esta vistosa flor alegra nuestros sentidos.

Concordancia
  • El adjetivo siempre concuerda en género y número con el nombre al que acompaña, tanto si va delante como si va detrás.
Vistosa flor de colores vivos.
  • Si un adjetivo va antes de varios nombres, concuerda en género y número con el primer nombre. Si se trata de personas, el adjetivo debe ir en plural.
El largo viaje y la llegada fueron agotadores. Los tímidos Pedro y Ana se sonrojaron.
  • Si el adjetivo se coloca después de varios nombres, concuerda en plural con ellos, respetando su género.
Un día y un viaje agotadores. Una alegría y una amistad duraderas.
  • Si el adjetivo va detrás de los nombres, pero éstos son de género distinto, el adjetivo irá en plural y en masculino, aunque alguno de los nombres sea femenino.
Un día y una noche largos. Una silla y un sofá cómodos.

Grados del adjetivo
Los adjetivos expresan cualidades de los nombres con mayor o menor intensidad. Estas variaciones reciben el nombre de grados del adjetivo.
Es un pastel dulce. Es un pastel muy dulce. Es el pastel más dulce de todos.
  • Grado positivo
Un adjetivo está en grado positivo cuando expresa una cualidad sin dar idea de intensidad.
Vicente es ágil y Pedro está fuerte.
  • Grado comparativo
Un adjetivo está en grado comparativo cuando expresa una cualidad indicando una variación o comparación en cuanto a la intensidad que relaciona dos términos entre sí.
Vicente es menos ágil que Carlos.
  • Si la cualidad de un término es inferior a la del otro, utilizamos un grado comparativo de inferioridad, mediante las palabras menos... que.
Pedro es menos alto que Juan.
  • Si la cualidad de un término es igual a la del otro, utilizamos el grado comparativo de igualdad, mediante las palabras igual... que, tan... como.
Pedro es tan alto como Juan.
  • Si la cualidad de un término es superior a la del otro, utilizamos el grado comparativo de superioridad, mediante las palabras más... que.
Pedro es más alto que Juan.
  • Grado superlativo
Un adjetivo está en grado superlativo cuando expresa una cualidad del nombre en su grado máximo.
Juan es muy simpático. Juan es simpatiquísimo.
  • Cuando expresamos una cualidad en su grado más elevado estamos utilizando el grado superlativo absoluto.
Pedro es rapidísimo. Pedro es muy rápido.
  • Si utilizamos el grado superlativo de un adjetivo haciendo referencia a otros nombres, es decir, comparándolo con otros, estamos usando el grado superlativo relativo.
Pedro es el más rápido del equipo.

Clases de adjetivos
  • Explicativos o epítetos
Ana paseaba sobre la blanca nieve. Ana hizo un ramo con las rosas blancas de su jardín.
En la primera oración el adjetivo blanca va delante del nombre para llamar la atención; ya que indica una cualidad propia de la nieve (la nieve siempre es blanca) y además, si quitásemos el adjetivo no se alteraría el significado de la oración.
El adjetivo explicativo o epíteto es el que expresa una cualidad no necesaria del nombre, pero que añade mayor belleza e interés literario al texto. Suele ir antepuesto al nombre.
El hábil jugador marcó un gol.
  • Especificativos
En la segunda oración el adjetivo blancas califica a rosas distinguiéndola del resto (sólo las rosas de color blanco). Si quitamos el adjetivo, la oración pierde significado.
El adjetivo especificativo es el que expresa una cualidad necesaria del nombre que lo diferencia de los demás. Suele ir detrás del nombre.
El jugador hábil marcó un gol.



Enlace al artículo original con algunos ejercicios

Categorías gramaticales: El adjetivo 1


Adjetivo

El adjetivo (del latín adiectīvus, "que se agrega") es una parte de la oración o clase de palabra que complementa a un sustantivo o nombre para calificarlo; expresa características o propiedades atribuidas a un sustantivo, ya sean concretas (el libro verde, el libro grande), ya sean abstractas (el libro difícil). Estos adjetivos acompañan al sustantivo (libro) y cumplen la función de especificar o resaltar alguna de sus características y se dice que lo determinan, pues, al añadir un adjetivo ya no se habla de cualquier libro, sino precisamente de un libro verde.
Por significado, señala una cualidad atribuida a un sustantivo, bien abstracta (cognoscible por la mente, como en "libro difícil"), bien concreta ("perceptible por los sentidos, como en "libro verde").

El adjetivo en el idioma español

Morfología

El adjetivo es, en español, una clase de palabra que funciona ordinariamente como adyacente del nombre sustantivo, esto es, como complemento nominal adjunto que se sitúa delante o después del sustantivo al que se refiere, con el cual concierta en género y número.
En cuanto a su morfología, el adjetivo posee en español accidente de género o de número para concordar con el sustantivo del cual es adyacente. Existen adjetivos de una terminación (fuerte, falaz, hábil, débil...) que no experimentan variación de género, aunque sí de número, y de dos terminaciones (bueno/buena, malo/mala, etc.).
Dentro de los adjetivos de una terminación, el caso más común es el de los adjetivos finalizados en E, como grande, fuerte, triste, insomne, alegre, inmutable, etc. También existen adjetivos que terminan en L (débil, fácil, sutil, fútil, personal); en R (peor, mejor, ulterior, particular); en Z (sagaz, veloz, atroz); pocos en N (común, ruin). Por último también existen adjetivos terminados en I (sefardí). En cierto modo un adjetivo denota una condición, precediendo al sustantivo indica cuál es esa condición.

Apócope

En posición antepuesta a un sustantivo algunos adjetivos se apocopan, es decir, pierden algunos de sus elementos finales. Por ejemplo:
un hombre bueno > un buen hombre
un territorio grande > un gran territorio
La gramática tradicional clasificaba a los posesivos y otras clases de determinantes como adjetivos apocopados:
  • a) en masculino y femenino, plural y singular:
    • 1) adjetivos posesivos:
      • - mío > mi,
      • - tuyo > tu,
      • - suyo > su;
    • 2) adjetivo indefinido cualquiera:
      • - cualquiera > cualquier hombre / mujer,
      • - cualesquiera > cualesquier hombres / mujeres;
  • b) en masculino y singular solamente:
    • 1) adjetivos determinativos:
      • - alguno > algún hombre,
      • - ninguno > ningún hombre,
      • - primero > primer hombre,
      • - tercero > tercer hombre,
Sin embargo nótese que muchos de estos elementos son incompatibles con el determinante en español moderno (aunque sí fueron compatibles con él en español medieval):
la mi muger (en Mío Cid)
*la mi mujer / mi mujer (español moderno)
Eso apunta a que la gramática generativa del español moderno los considere como determinantes, dado que el núcleo del sintagma determinante sólo puede tener un núcleo se sigue que cuando estos elementos aparecen el artículo definido no pueda aparecer.
También se apocopa el numeral ciento/cien. Algunos adjetivos como tercero, grande o ciento también son usados sin su forma apocopada antes de un sustantivo, aunque generalmente la apócope es el uso más común.

Superlativo

Admite, además, afijos y morfemas de grado superlativo (los sufijos -ísimo, -érrimo). Es determinado asimismo por adverbios cuantificadores que le confieren los otros grados, el comparativo de igualdad (tan), de superioridad (más) y de inferioridad (menos), así como el grado superlativo analítico (muy bueno). Lo sustantivan o transforman en sustantivo el artículo neutro lo ("lo bueno") y el masculino el y, además, la supresión del sustantivo en una lexía habitual: el barco velero = el velero, la j = la letra j,entre otros. Expresa la cualidad en el grado más alto, intenso. Puede ser superlativo relativo, superlativo absoluto, etc.

Sintaxis

En cuanto a su sintaxis, el adjetivo desempeña habitualmente cinco funciones diferentes:
  1. Adyacente de un sustantivo ("Un buen libro grande.")
  2. Atributo de un sustantivo a través de un verbo copulativo ("Pedro es, está o parece sano.")
  3. Complemento predicativo ("La mujer llegó cansada.")
  4. Núcleo de un sintagma adjetivo. ("Muy próximo al barrio.")
  5. Núcleo de un sintagma preposicional. ("Lo acusaron por tonto".)
  6. Adjetivo en posición o función incidental: "Tristes por los malos presagios, los dos chicos siguieron su camino".
El adjetivo en español es también tónico y por tanto una de sus sílabas se pronuncia con mayor intensidad que las otras.

Tipos de adjetivos

Los adjetivos según su función sintáctica

Se puede distinguir entre:
  • adjetivos adjuntos, que van unidos al nombre, como en noche oscura u oscura noche
  • adjetivos atributivos, ligados al nombre mediante un verbo copulativo (ser o estar), como la noche era oscura
  • adjetivos en función de complemento predicativo cuando entre el adjetivo y el sustantivo hay un verbo no copulativo (aquí entra parecer, pues no es un verbo copulativo puro), como en La casa parece verde, el niño llegó feliz
  • adjetivos en función de aposición, cuando van coordinados al sustantivo sin ir unidos, como en la casa, grande.

Adjetivos explicativos y especificativos

El adjetivo explicativo expresa una cualidad abstracta o concreta de la cual el sustantivo ya informa, subrayando dicha cualidad; por ejemplo: "Dulce azúcar", "manso cordero", "fiero león", "azul cielo". Este adjetivo suele ir antes del sustantivo, y es más común en el lenguaje literario o poético.
El adjetivo especificativo es el que expresa una cualidad necesaria del nombre que lo diferencia de los demás. Ejemplo: "coche grande", "fría tarde"; es el más corriente en la lengua hablada.

Adjetivos calificativos, relacionales y determinativos

Los adjetivos calificativos son los adjetivos más propiamente dichos, que se limitan a señalar una cualidad o característica del sustantivo al que modifican, como en hombre alto, perro hermoso.
Los "adjetivos relacionales" son aquellos que, pese a limitar la extensión del sustantivo al que acompañan como los calificativos, carecen de grado. Es decir, no pueden aparecer en grado comparativo ni superlativo. Así, podemos decir, que un coche es "policial", pero no que es *muy policial o *policialísimo. Por tanto, adscriben al sustantivo dentro de una clase pero no lo califican en determinado grado.
La gramática tradicional considera a los determinantes, que en español preceden siempre al nombre al que determinan, como adjetivos determinativos. Actualmente, algunos consideran que en un sintagma en el que existe un nombre determinado por un adjetivo determinante, es este último el núcleo de un hipotético sintagma determinante.
De acuerdo con este enfoque, los determinantes actualizan, presentan, cuantifican (miden) o preguntan por el sustantivo núcleo del sintagma nominal, generalmente, aunque no siempre, situándose en posición anterior a estos. Existen tres clases de determinantes: los actualizadores, los cuantificadores y los interrogativos (que incluyen a los adjetivos indefinidos, numerales, demostrativos y posesivos). Sin embargo, las propiedades de sustitución del sintagma por un pronombre dependen más del tipo de determinante que del nombre. Por eso se considera que el núcleo es el determinante ya que es quien fija los rasgos en relación con la rección o régimen.
Adjetivo actualizador
Los actualizadores presentan al sustantivo núcleo del sintagma nominal, esto es, lo transforman de desconocido en conocido, lo ubican en el espacio y en el tiempo. Los determinantes cuantificadores, por el contrario, miden al sustantivo núcleo del sintagma nominal. Los determinantes interrogativos o interrogadores preguntan por el sustantivo núcleo del sintagma nominal.
Los actualizadores son cuatro; el predeterminante todo-a-s, que puede preceder a los demás determinantes y delimita la integridad del sustantivo núcleo del sintagma nominal; el artículo, que presenta al sustantivo en un espacio y un tiempo concreto (el, la, lo, los, las); el posesivo, que señala la pertenencia del sustantivo a un elemento de la situación o contexto (mi, tu, su, nuestro, vuestro, su y sus femeninos y plurales); y el demostrativo, que sitúa al sustantivo en un lugar más o menos próximo o lejano (este, ese, aquel y sus femeninos y plurales)
Adjetivo cuantificador
Los cuantificadores se agrupan en dos grandes clases, los numerales, que miden de forma precisa el sustantivo núcleo del sintagma nominal, y los extensivos o indefinidos, que lo miden o evalúan de forma imprecisa.
Los numerales pueden ser cardinales (correspondientes a la serie de los números reales: un, dos, tres, cuatro...); ordinales (que señalan precedencia o seguimiento en una lista: primer, segundo, tercer, cuarto...); multiplicativos (que multiplican el número del núcleo del sintagma nominal: doble, triple, cuádruple, quíntuple/quíntuplo, séxtuplo, séptuplo, óctuple, nónuple, décuplo, undécuplo...), divisores o partitivos, que dividen el núcleo del sintagma nominal (medio), y distributivos, que reparten el núcleo del sintagma nominal (ambos, sendos).
Adjetivo interrogativo
Son los que se emplean en la oración interrogativa o exclamativa, siempre se antepone al sustantivo y se acentúan. Los adjetivos interrogativos son: Cuál(es), qué, cuánto(s), cuánta(s).
Adjetivo sustantivado o absoluto: es el que desempeña en la frase la función de sustantivo mediante metábasis de Adjetivación.
Adjetivo verbal: es el participio en función adjetiva cuando no ha perdido aún su naturaleza verbal.

Posición

Un adjetivo puede ir tanto delante como detrás del núcleo al cual se refiere. Existen 4 criterios para la posición de éste: criterio lógico, criterio psicológico, criterio rítmico y un criterio distribucional.

Criterio lógico

  • Si el adjetivo es especificativo se coloca después del núcleo. Ej. tiza blanca, mesa verde (pero se puede decir también blanca tiza, verde mesa).
  • Si el adjetivo es explicativo se coloca antes del núcleo. Ej. mal estado, buena jugada

Criterio rítmico

  • Si el adjetivo tiene una longitud superior al núcleo, se escribe después de éste. Ej. chico asustadizo o también la casa deshabitada

Criterio distribucional

  • Si el adjetivo tiene escaso contenido informativo se escribe antes que el núcleo. Ej. buen golpe
  • Si el adjetivo tiene mayor grado de información se pospone. Ej. Calor solar y no solar calor
  • Se llama epíteto al adjetivo que tiene mero carácter estético, ya que no adjetiva ninguna cualidad del sustantivo al que acompaña (normalmente precediéndole), puesto que dicha cualidad está implícita en él. Ej. roja sangre.

Información extraída de Wikipedia

Categorías gramaticales: El sustantivo 3

Os dejo un enlace a una actividad interesante para practicar la clasificación de los sustantivos:

El sustantivo (LIM)

Categorías gramaticales: El sustantivo 2


Sustantivo: Clasificación



Según su clasificación el sustantivo puede ser: Propio o Común.
El sustantivo propio nombra a personas, animales o cosas específicas. Se escribe siempre con mayúscula en su primera letra. Pueden ser nombres de personas, ríos, países, ciudades, de animales, de títulos, de establecimientos, etc.
Ejemplos:
Raúl, Pérez, Loa, Chile, Ahumada, Biblioteca Nacional, “Minino”, Antofagasta, Presidente, Papa, etc.
El sustantivo común nombra a personas, animales, cosas o ideas en forma general. Se escribe con minúscula.
Ejemplos:
muñeca, calle, mesa, gato, vaso, amor, termómetro, comedor, tigre, etc.
A su vez el sustantivo común puede ser:
simple o compuesto
primitivo o derivado
concreto o abstracto
individual o colectivo


Sustantivo simple: es el que está formado por una sola palabra.
Ejemplos:
casa, almendra, sol, nube, lápiz, computador, casa, alfombra, etc.
Sustantivo compuesto: es el que está formado por más de una palabra.
Ejemplos:
sacapunta, casaquinta, radiotelégrafo, televisión, limpiavidrios, plumafuente, telégrafo, parabrisas, radioaficionado, etc.
Sustantivo primitivo: es el que no deriva de ninguna palabra.
Ejemplos:
flor, zapato, pan, ojo, queso, peso, pasa, hoja, lápiz, etc.
Sustantivo derivado: es el que proviene de otra palabra.
Ejemplos:
floresta, zapatería, panadero, ojera, quesillo, panadería, florería, etc.
Sustantivo concreto: es el que se puede percibir por medio de los sentidos; es decir, se puede ver, tocar, oler, escuchar, etc.
Ejemplos:
botella, muralla, tierra, espina, silla, parlante, auto, persona, etc.
Sustantivo abstracto: no puede percibirse por medio de los sentidos; es decir, no se puede escuchar, ni oler, ni tocar, etc.
Ejemplos:
guerra, amor, belleza, odio, compañerismo, lealtad, etc.
Sustantivo individual: es el que nombra a las personas, animales o cosas individualmente.
Ejemplos:
pez, chancho, pájaro, soldado, libro, perro, gato, silla, plaza, etc.
Sustantivo colectivo: es el que nombra en singular un conjunto de elementos iguales.
Ejemplos:
cardumen (conjunto de peces), piara (conjunto de chanchos), bandada (conjunto de pájaros), ejército (conjunto de soldados), biblioteca (conjunto de libros), jauría (conjunto de perros), etc.
Atendiendo al género del sustantivo, éste puede ser masculino o femenino. Sin olvidar que también están aquellos que se consideran ambiguos.


Extraído de Profesor en Línea

Clasificación del sustantivo.
Sustantivos propios: El sustantivo propio es aquella palabra que sirve para denominar en forma concreta a algún sujeto u objeto. Es decir, con los nombres propios nos referimos específicamente a un individuo u objeto en particular.
Ejemplos de sustantivos propios: América, José, La Cenicienta, etc.
Como se aprecia en los ejemplos, la regla para la correcta ortografía de los nombres propios es que deben escribirse con mayúscula inicial.

Sustantivos comunes: El sustantivo común se utiliza para designar en forma general a toda persona, animal u objeto.
Ejemplos de sustantivos comunes: niño, vaca, gato, amor, etc.
Los sustantivos comunes vuelven a dividirse en:
Sustantivos abstractos: Los sustantivos abstractos están constituidos por ideas o sentimientos. Son sustantivos que no pueden percibirse por los sentidos.
Ejemplos de sustantivos abstractos: odio, bondad, compasión, felicidad, alegría.

Sustantivos concretos: Los sustantivos concretos, en contraposición a los abstractos, son aquellos que sí son perceptibles por los sentidos.
Ejemplos: heladera, carpeta, teclado, etc.

Sustantivos contables: Los sustantivos contables son aquellos que designan cosas que son susceptibles de enumeración. Ejemplos: tres sillas, dos mesas, cinco lápices Sustantivos no contables: Como su nombre lo indica, los sustantivos no contables son aquellos que no pueden ser enumerados. Un aspecto importante de este tipo de sustantivo es que, si bien no pueden enumerarse, sí pueden medirse.
Ejemplos: agua, leche, harina.

Sustantivos individuales: Los sustantivos individuales sirven para nombrar a un ser en particular. Ejemplo: el sustantivo abeja es un individual porque se está nombrando a un tipo concreto de insecto.

Sustantivos colectivos: Los sustantivos colectivos son aquellos que se encargan de nombrar a seres que engloban a otros de un mismo tipo o clase.
Continuando con el ejemplo anterior, el sustantivo para designar en forma colectiva a las abejas, se realiza utilizando el término enjambre.

Sustantivos derivados: Son aquellos que derivan de otra palabra.
Ejemplo: "zapatería", término que deriva del sustantivo común zapato.

Sustantivos primitivos: Al contrario de los derivados, los sustantivos primitivos no derivan de otra palabra.
Ejemplos: gato, árbol, cuadro.
TIPO DE SUSTANTIVO
CONCEPTO
EJEMPLOS
PROPIO
Nombran en forma concreta algún sujeto u objeto.
Alberto, Europa, María.
COMUNES
Nombran de forma general a toda persona, animal u objeto
Computadora, perro, mesa, etc
ABSTRACTOS
Nombran ideas o sentimientos, es decir, todo aquello que no se percibe por lo sentidos.
Inteligencia, libertad, bondad, etc.
CONCRETOS
En contraposición a los abstractos, nombran a todo aquello que es perceptible por los sentidos.
bolígrafo, casa, suave
CONTABLES
Designan cosas que pueden ser enumerados.
Dos bolígrafos, tres casas, cuatro computadoras.
NO CONTABLES
No son susceptibles de enumeración, pero sí pueden medirse.
Harina, leche
INDIVIDUALES
Se utilizan para nombrar en forma particular a un ser que generalmente que pertenece a una determinada especie o clase.
Barco, abeja.
COLECTIVOS
Nombran a seres que engloban a otros de un mismo tipo o clase.
flota (comprende a varios barcos, enjambre (de abejas)
DERIVADOS
Sustantivos que derivan de otra palabra.
Librería, término que deriva de libro.
PRIMITIVOS
Son nombres que no derivan de ninguna otra palabra
perro, auto, libro


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Categorías gramaticales: El sustantivo 1


Sustantivo

Los sustantivos son palabras cuyos referentes son clases de entidades fijas (a diferencia de los pronombres cuyos referentes son contextuales), no estados de hechos o relaciones gramaticales. Los pronombres personales en cada contexto tienen un referente pero este cambia de contexto a contexto ("yo" no tiene referente fijo sino que depende de quien habla), por su parte los verbos designan estados de hechos, procesos o relaciones entre entidades, mientras que las preposiciones generalmente indican relaciones abstractas. Sintácticamente los sustantivos funcionan como núcleos de sintagma nominal, es decir, como argumentos del verbo o complementos del nombre.
En español, al igual que en las demás lenguas romances, los sustantivos son variables en género y número, aunque en otras lenguas como el chino los sustantivos son invariantes. La mayoría de las lenguas conocidas distinguen sistemáticamente entre sustantivos y verbos, teniendo propiedades formales diferentes. Sin embargo, esta distinción tampoco es universal, ya que algunas lenguas como el náhuatl o lenguas salish como el lummi o el kalispel no parecen distinguir consistentemente entre ambas categorías y las formas que funcionan como sustantivo también aceptan flexión verbal.

Flexión del sustantivo

En las lenguas sintéticas, el sustantivo puede adoptar diversas formas morfológicas dependiendo de una serie de categorías gramaticales. Entre las más comunes están:
  • El número gramatical. Es bastante común la distinción entre el número singular y el plural, aunque también hay lenguas sintéticas sin número, como el idioma japonés. Menos corriente es el número dual, y aún menos otros, como el trial y el paucal.
  • El caso gramatical.
  • El género gramatical, que normalmente flexiona entre masculino y femenino para personas y animales.
En las lenguas analíticas, como el chino mandarín o el idioma vietnamita, por definición ni el nombre ni otras partes de la oración flexionan.

Clasificación de los sustantivos

Clasificación por género

Según el género, en castellano, los sustantivos se clasifican en:
  1. Sustantivos masculinos: El género masculino de un nombre frecuentemente lleva el morfema de género –o al final de la forma de singular (libro, niño, sombrero), aunque existen algunas excepciones ya que palabras que acaban en –o son femeninas como la foto(grafía), la mano, la moto(cicleta). También existen nombres masculinos acabados en consonante alveolar (árbol, ataúd, alias, armazón, ...). La mejor prueba para determinar el género de cualquier sustantivo es comprobar si la palabra requiere un artículo masculino (el, un, etc.). Por lo demás, los días de la semana, los meses del año, los puntos cardinales y los números son masculinos.
  2. Sustantivos femeninos: El género femenino de un sustantivo se determina añadiendo el morfema de género –a (niña, vaca, mesa, ventana, ...). Anteponiendo un artículo femenino (la, una, etc.) a una palabra y viendo si es gramaticalmente aceptable la expresión se conoce el género. Las letras del alfabeto son femeninas. Existen unas pocas palabras acabadas en -a que son masculinas el día, el mapa, el clima, el cometa, el planeta. Y las palabras en -ista pueden ser masculinas o femeninas según el contexto.
  3. Sustantivos neutros: Los conceptos abstractos son de género neutro. Ejemplos: lo bueno, lo malo, lo importante, lo contrario. En español generalmente esta categoría sólo está formada por adjetivos sustantivizados en singular.
  4. Sustantivos ambiguos: Son los nombres referidos a cosas que se usan, sin cambiar de significado, tanto en femenino como en masculino: "el" mar (culto), "la" mar (coloquial); arte "moderno", artes "plásticas"; "el" vodka, "la" vodka; "el" calor, "la" calor. No deben confundirse con los sustantivos para personas que cambian según el género de estas, como el/la artista, que son llamados sustantivos comunes en cuanto al género.
Cuando el género gramatical del sustantivo sirve para diferenciar el sexo (género semántico) se manifiesta:
  1. Con la terminación -o, -e o consonante para el masculino y -a, -esa, -ina, -isa, -itriz para el femenino
  2. Heterónimo: Cuando se usan palabras diferentes. Ejemplo: caballo/yegua.
  3. Cuando se cambia el género gramatical del determinante y se mantiene el del sustantivo. Ejemplo: el joven/la joven. Estos sustantivos son denominados comunes en cuanto al género gramatical.
  4. Epiceno: A algunos sustantivos que se refieren a animales pero que mantienen la misma forma para el masculino y el femenino, se les añaden términos como "macho" o "hembra" para diferenciar el sexo (género semántico).
Cuando el género gramatical del sustantivo no sirve para diferenciar el sexo (género semántico) se manifiesta:
  1. Con las terminaciones -o para el masculino y la -a para el femenino, determinan diferencia de tamaño, forma o diferenciación árbol-fruta. Ejemplo: huerto/huerta (tamaño), jarra/jarro (forma), naranja/naranjo (fruta-árbol).
  2. Homónimo: Cambiando el género gramatical del determinativo que lo acompaña, varia el significado del sustantivo. Ejemplo: el capital/la capital.
  3. Algunos sustantivos aceptan los dos géneros gramaticales en sus determinativos, sin que se altere su significado. Estos se llaman ambiguos en cuanto al género gramatical. Ejemplo: el águila/la águila, azúcar blanquilla/azúcar blanquillo.

Clasificación según el tipo de referente

Los sustantivos sirven para designar y como tales tienen algún tipo de referente:
  • Nombres propios: María, Felipe, Ana, Juan. Tiene referencia única y carecen de significado lingüístico.
  • Sustantivos comunes concretos: casa, flor, camión, estrella. En general, su referencia es un conjunto o clase de objetos, animales o personas directamente tangibles.
  • Sustantivos comunes abstractos: esperanza, fe, amor, solidaridad. Designan propiedades, abstracciones o ideas. En idioma español, estas palabras generalmente no tienen plural, y cuando pluralizan tienen un matiz de significado ligeramente distinto, más concreto.

Clasificación por número

Según el número, en castellano, los sustantivos se clasifican en:
  1. Sustantivos singulares: si el número de objetos a los que hace referencia el nombre es único. En singular, los sustantivos no tienen ningún morfema de número.
  2. Sustantivos plurales: si el número de objetos a los que hace referencia el nombre son varios o más de uno.
  3. Sustantivos colectivos: se trata de formas de singular, que morfosintácticamente son como cualquier otra forma de singular, pero que tienen como referencia un grupo concreto de entidades: la armada, la manada, una banda, ...

Otras formas de clasificación

Según la semántica, los sustantivos se clasifican en:
  1. Sustantivos concretos: representan conceptos independientes. Son nombres de cosas que pueden percibirse con los sentidos del cuerpo o que imaginamos como realidad, por ejemplo esa mesa, ese niño.
  2. Sustantivos abstractos: representan conceptos dependientes (inmateriales) y designan por tanto entidades que no se perciben con los sentidos del cuerpo, sino con la mente, como por ejemplo nación, amor, odio, bondad.
Los sustantivos abstractos los podemos clasificar en:
  1. Abstractos de fenómeno: Están relacionados con sustantivos que designan acciones, estados o sus efectos, por ejemplo lectura, caminata.
  2. Abstractos de cualidad: Están relacionados con adjetivos y designan cualidades o propiedades de los objetos o de los seres, por ejemplo belleza, maldad.
  3. Abstractos de números o cuantitativos: Cuantifican tanto de forma precisa como de forma imprecisa, por ejemplo cantidad, montón.
Según la unicidad de la referencia, los sustantivos se clasifican en:
  1. Sustantivos comunes: permiten nombrar a todas las personas, animales o cosas de la misma clase o especie, sin particularizar su significado como hombre, caballo, casa. Agrupan los objetos que denominan por sus características, sin expresar rasgos distintivos. Por eso, se consideran sustantivos genéricos.
  2. Sustantivos propios: distinguen o particularizan a cada individuo de los demás de una misma clase, especie o género. Se aplican a un solo ser, persona, animal o cosa. Por eso, se consideran sustantivos individuales. Los nombres de las personas y de los países son nombres propios. En idioma español, los sustantivos propios se escriben con letra inicial mayúscula.
Según el tipo de referencia, los sustantivos se clasifican en:
  1. Sustantivos individuales: son sustantivos que en su forma singular, nombran a un solo ser como pluma, árbol, rosa. Designan a un único ser, pero en idiomas con plural gramatical admiten el morfema del plural para designar a más de uno.
  2. Sustantivos colectivos: son sustantivos que, poseyendo una estructura de singular, nombran a un conjunto de número indeterminado de seres o cosas, como aldea ,plumaje, bosque, muchedumbre, coro. Tienen inherente la idea de pluralidad sin necesitar un morfema que lo exprese, pero no en el sentido de uno más uno, sino en cuanto a conjunto colectivo formado por varias unidades de la misma cosa designada.
Según la composición del sustantivo, los nombres se clasifican en:
  1. Sustantivos simples: son los sustantivos que están formados por una sola palabra, como por ejemplo: lata, obra.
  2. Sustantivos compuestos: son sustantivos que están formados por dos palabras simples, como por ejemplo abrelata, pararrayos, cascanueces, aguardiente.
  3. Sustantivos Parasintéticos: son aquellos que son compuestos y derivados a la vez; por ejemplo: anteojitos, corito.
Según la complejidad morfológica o el origen de los sustantivos, los nombres se clasifican en:
  1. Sustantivos primitivos: las palabras primitivas son las que sirven de cabeza de serie a una familia, funcionando como raíz de las palabras derivadas de ellos. Los sustantivos primitivos sólo están formados por un lexema básico y optativamente por morfemas de género y número. Por ejemplo pan.
  2. Sustantivos derivados: las palabras derivadas nacen de las primitivas, cuando se les agrega sufijos o prefijos, como por ejemplo panadería, panadero, inmortal , mortal.
  3. Sustantivos aumentativos: son los sustantivos que designan a personas, animales, cosas o fenómenos de gran tamaño o alto grado de intensidad, como por ejemplo niñote, perrazo, arbolote, ruidazo.
  4. Sustantivos diminutivos: son los sustantivos que designan a personas, cosas, animales y fenómenos que se caracterizan por su pequeñez, poquedad o menor grado de intensidad, como por ejemplo gatito, manzanita, mesita, viejecita.
  5. Sustantivos despectivos: son los sustantivos que designan a personas, animales, cosas y fenómenos que son tratados con desprecio o desdén, o vistos como inferiores, como por ejemplo jovenzuelos, mosquillo, plantucha, libraco.
  6. Sustantivos gentilicios: son los sustantivos que se derivan del lugar de nacimiento (país, región o estado) de personas, animales o cosas, como por ejemplo, chileno, sueco, peruano, etc
Según la contabilidad de los nombres:
  1. Sustantivos contables: señalan entes que se pueden contar, por ejemplo cinco niños, tres rocas, trece euros. Los sustantivos contables se combinan con cuantificadores plurales sin alterarse semánticamente.
  2. Sustantivos no contables: señalan realidades que no se pueden contar salvo al referirse a clases o variedades distintas, por ejemplo leche, humor, aire, humo, basura. Los sustantivos incontables solamente pueden combinarse con cuantificadores en singular sin modificar su significado. Sólo admiten numerales cardinales o cuantificadores plurales cuando indican una clase o modalidad. Por ejemplo: "Tres vasos de leche", "Muchos vasos de leche", "Mucha leche", "Los humos emitidos por los ácidos suelen ser nocivos", "Mucho aire". Ellos se clasifican por mitades de acuerdo con el pronombre personal.
Según aspectos morfológicos de los nombres:
  1. Sustantivos heterónimos que no admiten una flexión de género usual a pesar de que por el referente debería admitir flexión de género. Esto sucede frecuentemente en los nombres de numerosos animales domésticos: caballo - yegua, toro - vaca.
  2. Sustantivos regulares que tienen una flexión regular de género alumno - alumna, presidente - presidenta.
  3. Sustantivos invariantes según género como el estudiante - la estudiante.

Información extraída de Wikipedia